domingo, 30 de enero de 2011

El carnaval

Si se nos permite hablar con más seriedad de lo que conviene al tema, observaremos que los placeres más intensos y mayores sólo aparecen y nos emocionan un instante, como los caballos que pasan raudos ante nosotros y apenas dejan huella en nuestra alma; que la libertad y la igualdad sólo pueden ser saboreadas en el vértigo de la locura, y que el mayor placer únicamente seduce plenamente cuando roza el peligro de modo que goce en su proximidad de una voluptuosidad a la vez angustiosa y dulce.
Y así, sin pensarlo, nuestro Carnaval terminó con una meditación más propia de miércoles de Ceniza, con lo cual no tememos haber entristecido a ninguno de nuestros lectores. Todo lo contrario: dado que la vida, como el Carnaval en Roma, es en suma algo imposible de captar con la mirada, insatisfactorio y lleno de peligros, desearíamos que esta indolente reunión de máscaras permitiera que todos recordaran la importancia de cada placer momentáneo, con frecuencia de poca importancia, que la existencia nos brinda.

Extracto de "El carnaval en Roma" de Johann W. Goethe (escritor Alemán 1749-1832)

3 comentarios:

Manuel Blanco dijo...

Toquen en capital por favor!

La Condena de Caín dijo...

Todavía no tenemos fechas programadas en Capital. Pero seguramente el mes de Abril nos encontrará convocándolos nuevamente.

El Cochinillo exquisito. dijo...

que buena banda !!