martes, 27 de julio de 2010

Próximas fechas

Viernes 6 de Agosto 23:30 hrs

La Condena de Caín

en "El Carguero"
Roca y 9 de Julio (Burzaco)


domingo, 18 de julio de 2010

El espíritu del capitalismo

(...) lo que el hombre quiere “por naturaleza” no es ganar más y más dinero, sino vivir pura y simplemente, como siempre ha vivido, y ganar lo necesario para seguir viviendo. Cada vez que el moderno capitalismo intentó acrecentar la “productividad” del trabajo humano aumentando su intensidad, hubo de tropezar con la tenaz resistencia de este leit motiv precapitalista, con el que sigue luchando aún hoy en proporción directa del “retraso” (desde el punto de vista del capitalismo) en que se halla la clase trabajadora. (...)

Extracto de "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" de Max Weber (sociólogo alemán 1864 - 1920)

lunes, 12 de julio de 2010

Ley Nacional de la Música

Hace un tiempo que desde diversos espacios se está intentando fomentar la implementación de una nueva ley de la música que ponga al estado en el rol de garante de la libre producción y difusión de esta práctica cultural. Debido a que es la que nosotros elegimos para hacer valer nuestra voz, nos parece necesario ayudar a la difusión de tan importante proyecto.
Esperamos, con esto, contagiar a más gente (músicos, artistas, y personas ajenas a esta práctica si es que las hay) a interiorizarse en los detalles de la situación actual y de las implicancias que esta nueva ley tendría en la vida cultural de la nación.




Para mayor información se puede ingresar a www.musicosconvocados.com y ver entre otras cosas, la propuesta de ley completa.

martes, 6 de julio de 2010

¿Qué será de mi cuando esté vivo?

Es temprano en la mañana. Siento como viejo el rocío que moja mis pies desnudos entre el largo césped. Se que a tantos incomoda con su frío invernal, pero a mi me hace feliz. Será que no lo necesito para nada en particular, que no le doy un uso, o algún recuerdo que me avergüenza lo suficiente para no poder precisarlo lo que me hace sentirlo tan mío. ¿De quién más si no? ¿De todos aquellos a los que molesta tanto en sus labores diarias? Podría ser. Puede que sea el mismo rocío el que elija a quien le pertenece y su gusto más encantador sea el de incomodar; no el de ser apreciado como tan hermoso por todos aquellos que no lo sentimos en momentos activos de nuestros días.

Me llena de hastío toda esa gente que lo maldice cada mañana. Si a ellos no les gusta, que me lo dejen todo para mi. ¿Qué les preocupa tanto de un simple estado de la naturaleza tan vago que ni siquiera todos tenemos el gusto de conocerlo?

Entre tantos sueños me encuentro mintiendo. Miro mis pies, enredados en dos o tres sábanas sobre una cama que los separa del frío piso de cerámica. El reloj me explica que el día debe comenzar y mientras me levanto lentamente me pregunto una vez más: ¿Qué será de mí cuando esté vivo?

La Condena de Caín