domingo, 29 de agosto de 2010

Remo y la información

Preso de la información, que lo acecha en cada rincón que su corazón encuentra como escape, Remo sigue encerrado en la moral que le impide estar vivo. Es la eterna búsqueda de renacer de entre lo que para tantos actualmente es. La angustia lo moviliza imperceptiblemente aunque sus actos de “lucidez” lo dominan. Sin embargo, la realidad deja hendijas para que la locura tome el poder y penetre en Remo mostrándole los más horrorosos actos de verdad. Es entonces cuando su valor se ve más cruelmente amenazado. El terror se apodera de su conciencia y pudiendo dar un paso más, retrocede. La hendija se cierra tras de sí sin dejar rastro alguno de existencia. Ya habrá un nuevo momento para que su atrevimiento sea puesto en juego una vez más. Por ahora, Remo sigue eligiendo morir, Remo sigue eligiendo no elegir.

La Condena de Caín


lunes, 23 de agosto de 2010

Este Sábado 28 de Agosto en Temperley


La Condena de Caín
Este Sábado 28 de Agosto 21 hrs
En Finesterre (Av. Meeks 1183 - Temperley)

Un micro estará saliendo de plaza Congreso a las 20hrs.
Regresando a la 1 de la mañana desde el lugar.
El costo del translado y la entrada es de $25
Cualquier consulta, organiza:
Sebastián Calderón (155640-5430 / selecalviedma@hotmail.com)

martes, 17 de agosto de 2010

El Capital

Cuanto menos comes, bebes, compras libros, vas al teatro, a bailar, al restaurante, piensas, amas, teorizas, cantas, pintas, compones versos, etc., tanto más ahorras, tanto más grande será tu tesoro, al que ni las polillas ni el polvo devoran, tu capital. Cuanto menos eres, cuanto menos expresas tu vida, tanto más tienes, tanto más grande es tu vida enajenada, tanto más acumulas de vida y de humanidad, todo eso te lo reemplaza con dinero y riqueza, y todo lo que tú no puedes, lo puede tu dinero: él puede comer, beber, ir al baile, al teatro, conoce el arte, la erudición, las rarezas históricas, el poder político (…); él puede viajar, puede darte todo eso; puede comprar todo eso; él es la verdadera capacidad. Pero el dinero, como quiera que sea, no puede crear otra cosa que a sí mismo, comprarse a sí mismo, ya que todo lo otro es, por cierto, su siervo, y si yo poseo al señor, tengo al siervo, y no necesito a este. Todas las pasiones y toda la actividad deben, por consiguiente, hundirse en la codicia. El trabajador solo puede tener tanto como para desear vivir, y solo puede desear vivir para tener.

Extracto de "Manuscritos económico-filosóficos de 1844" de Karl Marx (filósofo alemán 1818 - 1883)

lunes, 9 de agosto de 2010

Fechas


Este Viernes pasado estuvimos en "El Carguero" de Burzaco. El viento nos sigue llevando a la zona sur.

Este próximo Sábado 28 de Agosto
La Condena de Caín en "Finesterre" (Av. Meeks 1183 - Temperley)

martes, 3 de agosto de 2010

El amor es la violencia

"En la pelea entre tu y el mundo, ponte del lado del mundo" - Franz Kafka

Si no vivís como todos dicen, vas a morir antes que ellos. Empantanado en la angustia vas a caer. Este corazón lo sabe, pero va a dejar testimonio del pedazo de mierda corrupto que le tocó vivir.
Cuando todo termine, cuando todo se destruya, tal vez queden los restos de algunos que no quisieron hacerles el juego a los perversos, esos que son esclavos de cosas que ni se enteran.
"Bajar la cabeza, resignarse hoy para zafar mañana", dicen las voces que se escuchan por ahí. No hay tal mañana. La única salida es destruirlos. Eso quiere decir destruirse también.
Hay cosas que no se hablan, ni se se compran, ni se intelectualizan. Esta parte que hoy llaman "mal", es la esencia del ser humano. Lo demás es charlatanería barata para pensar siempre en la posteridad.
Crearon todo bajo la premisa de evitar el dolor. Vivir duele. De la mano de ellos, mucho más. Siempre te van a hacer sentir que juegan con vos, que beben de la misma copa. Pero no son malditos, ni quieren serlo. Tienen miedo. El miedo es lo más común que puede sentir un hombre, de los sentimientos más nobles. A ellos paradójicamente los asusta el miedo. Comen bosta y se quejan del mal olor. No comerla tiene sus costos. Y ahí es donde aparece lo humano. La sangre, la sensación, lo impulsivo. Lo que no habla, pero golpea más que cualquier cosa.
Eso es lo que tendrán que percibir quienes edifiquen sobre el desastre. Si es que queda alguien. Si no quedaran testimonios de pocos que captaron algo diferente, pero que todos alguna vez sintieron cuando soñaban. De que alguna vez en este planeta vivió algo que se decía llamar ser humano pero olvidaba su esencia, y por eso desapareció.
Llamarse "mal", llamarse maldito. Hoy tenemos que sentirnos orgullosos de eso. Siempre que la basura racional diga que sos una porquería, hay que sentirse tranquilo. Todo lo que ellos tiran al tacho es nuestra forma mas profunda y acabada, nuestra cosa primogénita.
Vamos a morir de un cáncer del cual nadie puede zafar. Ellos creen que sí. Lo único que nos queda es declararles la guerra. Intentar que otros también se la declaren, dejar la semilla que despierte la violencia incontenible. Esa que representa, entre otras cosas, lo más sincero que tiene el ser humano. El odio y el amor. Son lo mismo. Aquello que muestra la hilacha. Un beso, una trompada, un llanto, una sonrisa.
El que esto escribe está solo. Se está inmolando en vida. Si no lo estuviera, no lo podría escribir. Es lógico que este enfermo.
Tiene la impresión de que su cuerpo se desangra poco a poco. Sabe que no hay escapatoria, usa el papel para escupirlo de cosas que siente, con la contradicción de intentar que lo lea algún otro. Que lo tenga que decodificar.
Para concluir, vale una aclaración. Uno nunca puede (por suerte) escapar de su ego. Pero no se crean que es el típico "yo me salvo como única alma noble en este desconcierto, ustedes se matan". Es todo lo contrario. Es la carta de alguien que manchado de petróleo y sabiendo que jamás se lo podrá sacar de encima estando en vida, aúlla. Hay cosas que "leyendo", no se van a percibir de ningún modo. Espero que noten el color rojo de estos abismos que van a ser llamados reflexiones. La sangre de quien muere lentamente. Es un grito de auxilio, sabiendo que este último no existe. El desahogo para intentar seguir, pero no sólo eso. Es también un grito de guerra. Con los sordos nos quedan las miradas, las caricias, el cuerpo. Apenas comienzan los gestos, empieza el pecado. Este texto quiere traspasar los códigos de la escritura, del habla. Quiere ser agresivo, tosco, brusco, desenfrenado. Quien lo lea tiene que saberlo. Estas palabras quieren ser un puñal, una intoxicación, eso que indigesta pero representa el amor mas puro. Cuando se usa sangre en vez de tinta, se está intentando romper el decir. Hagamos vandalismo. Seamos leales a nuestros instintos, sabiendo que estamos hechos para ser depravados, canallas.
Tal vez uno nunca estuvo tan preso de estos podridos valores que escribiendo esto. Pero tal vez éste es uno de los métodos para degradarlos. Crear un embrión de odio. Dejar constancia que en algún lugar de esta mierda de mundo hubo olvidados.

La Condena de Caín